Cómo empezó mi viaje

Durante años, mi vida adulta estuvo marcada por la duda, la indecisión y una sensación persistente de que algo faltaba. Aunque solía vivir más desde la mente que desde el corazón, una voz más profunda -mi intuición- fue guiando mi camino con suavidad y firmeza.

En ese viaje descubrí una comprensión simple y profunda sobre cómo funciona nuestra experiencia humana -una que une mente, espíritu y consciencia-, y eso cambió por completo mi forma de ver la vida. Desde ahí, el coaching y la facilitación dejaron de ser herramientas y se convirtieron en espacios de transformación real.

Cuanto más he confiado en ese susurro interior, más fácil, mágica y plena se ha vuelto la vida. Las decisiones han dejado de pesar, y en su lugar ha surgido una forma de vivir más auténtica, abundante y alineada conmigo misma. Mi manera de relacionarme, de participar en el mundo -e incluso mi estado de ánimo- se transformó.

Después de más de una década co-creando una organización en el Reino Unido junto a mi mujer, acompañando a líderes y voluntarios a tomar acción inspirada en sus comunidades, sentí la llamada de abrir también un espacio en español: La Vida Te Habla.

Mi intención con este proyecto es sembrar una revolución suave pero poderosa: la del retorno a la escucha profunda. Porque creo que cuanto más personas vivan desde su corazón, más armonía, autenticidad y libertad traeremos al mundo.

Hoy acompaño a mujeres sensibles y buscadoras a reconectar con su sabiduría interna, a confiar en su camino y a vivir desde lo que realmente son.

Me inspiran los paseos en la naturaleza, las conversaciones que nutren, las comidas compartidas y los abrazos con mi mujer, mi hija y nuestro perro. Y me apasiona guiar a mujeres en el camino de recordar y expresar su esencia.

Mujeres que se dejaron guiar... y esto es lo que dicen

Tal vez el mundo no necesita que hagamos más, sino que recordemos quiénes somos.

Si algo dentro de ti se está moviendo… tal vez sea el momento de escucharlo.

Si lo sientes, puedes reservar una conversación conmigo, sin compromiso.
Un espacio para compartir, aclarar… o simplemente estar.